Amigos y amigas que nos escuchan, gracias por permitirnos compartir con todos ustedes los mensajes de salvación que sin duda alguna hacen una diferencia en nuestras vidas, esto si permitimos que Dios transforme nuestros corazones y forma de vivir.

Hoy hablaremos la relación que existe entre la ley de Dios y la gracia, por la cual somos salvos, la lectura principal para este estudio la encontramos en Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Entonces por que tanto énfasis en guardar la ley de Dios, si somos salvos por gracia, no por guardar la ley, el hecho que seamos salvos por gracia quiere decir que somos salvos gratuitamente y que no hay nada que usted o yo podamos hacer por nuestra propia cuenta para salvarnos.  La salvación es gratis, solo debemos aceptar la invitación a salvarnos.

¿Entonces porque debo guardar la ley de Dios? Es la pregunta. Recuerda que tu no puedes recibir la vida eterna a menos que confieses tus pecados, los pecados que de otra manera no podrías distinguir a menos que fuera por la ley, así, la ley fue necesaria para poder ver mi condición pecaminosa, por consiguiente, si por medio de la ley pude ver mis pecados, ¿no cree usted que lógicamente debo guardar los diez mandamientos para que no vuelva a mancharme el pecado?

Así como la ley me mostró el pecado, ahora debo guardarla para no volver a pecar según leemos en Salmos 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Dice el salmista. Y eso hablando de los diez mandamientos.

Otra forma de ver este punto es, las obras que deben existir en nosotros, así es, las obras de la ley, no que seamos salvos por las obras, pero es necesario un esfuerzo humano para ser fieles a Dios, permitamos que sea la Biblia misma quien nos explique detalladamente este asunto.

Leo en Santiago 2:14-24 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?

15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,

16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?

17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?

21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?

23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.

24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Si por fe somos salvos, por la gracia de Dios, ahora por fe y por amor debemos andar en el camino correcto de Jehová, y a eso llamamos esfuerzo humano, o bien obras que demanda la salvación, así es, la salvación depende de nuestra obediencia a Dios, y en esto creo que todo el que profesa ser cristiano estará de acuerdo, en lo que de pronto no estamos de acuerdo es, en que vamos a ser fieles a Dios, recuerda el texto que vimos la semana pasada de Eclesiastés 12:13-14 El fin de todo el discurso que has oído es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. 14 Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa oculta, sea buena o sea mala.

¿Que te parece el concepto, ama a Dios y haz lo que quieras?  ¿Lo que quiera?  ¿Puedo hacer lo que yo quiera?

Si, así es, puedes hacer todo lo que tu quieras y mejor te parezca, pero recuerda, el primer punto es AMA, ama a Dios, y de allí en adelante, te puedes comportar como tu quieras.

Claro la clave está en el amor a Dios, si tu verdaderamente amas a tu Creador, sin duda alguna tu comportamiento será de acuerdo con la santa ley de Dios, y no solo los diez mandamientos sino toda la Santa Biblia que es el manual de comportamiento y guía para todo aquel que quiere entrar en la vida eterna.

Recuerda somos salvos gratuitamente por Dios, la salvación que Dios nos otorga es por la fe que tenemos en Él.

Por fe somos salvos, gratuitamente por la fe que tenemos en Dios, no por las obras que hay en nuestros hechos.

Nuestras obras humanas jamás podrán hacer justicia ante Dios, para que Él nos pueda amar, pero por la fe que tenemos en Dios, le amamos y obedecemos, y por esa fe y obediencia, Dios nos da la vida eterna.

Con la obediencia mostramos nuestras obras a Dios, que a su vez muestran nuestra fe a Dios, y entonces por la fe que muestran esas obras somos salvos porque Dios las toma en cuenta.

Ten fe en Dios, Obedece a Dios, se fiel a Dios y Él te dará la corona de la vida, según Apocalipsis 2:10

Hay muchas personas que sugieren y aseguran que no es necesario guardar la ley de Dios, los diez mandamientos veamos que sucede cuando eliminamos de el mundo los diez mandamientos, en la siguiente ilustración creo que se puede entender la importancia sobre este asunto.

 

Vamos a analizar 7 elementos,

  1. EL MESIAS, Cristo Jesús
  2. LA LEY,
  3. EL PECADO,
  4. LA GRACIA,
  5. EL EVANGELIO,
  6. EL PREDICADOR,
  7. LA IGLESIA,

Recuerda los 7 elementos en ese orden, El Mesías, La Ley, El Pecado, La Gracia, El Evangelio, El Predicador, y La Iglesia

EL MESIAS, Es eterno, según vemos en Col. 1:17

LA LEY, La ley también es eterna, Según Sal. 111:7 y 8

EL PECADO, Nos separa de Dios, y esto lo encontramos en Isaías 59:1, 2

LA GRACIA, Es lo que nos otorga Cristo, cuando nos arrepentimos. Luc. 19:10

EL EVANGELIO, Es el mensaje que Dios nos ha enviado a predicar. Según Luc. 4:18

EL PREDICADOR, Es el pecador arrepentido que predica el evangelio eterno. Según Tito 2:1

LA IGLESIA, es donde nos reunimos, a glorificar y adorar a nuestro Creador. Y es donde el predicador predica el evangelio.    Habacuc 2:20

Ahora veranos los mismos elementos de otro punto de vista.

EL MESIAS, el cual es Eterno- Vino a buscar lo que se había perdido. Según Luc. 19:10

LA LEY, que de paso también es Eterna- Nos muestra el pecado que hay en nosotros. Según Romanos 7:7

EL PECADO, Es la transgresión de la ley Santiago 2:10, 11

LA GRACIA, Es el regalo de Dios, al arrepentirnos. Según Romanos 6:23

EL EVANGELIO, Es el regalo que Dios nos dios para que sea nuestra guía, eso es la palabra de Dios según, Sal. 119:105

EL PREDICADOR, Predica el evangelio en la iglesia. Hechos 17:17

LA IGLESIA, Es donde nos congregamos para estudiar el evangelio. Según Hebreos 10:25

El Mesías, vino a rescatar al predicador, que no podía predicar en la iglesia el evangelio, pues tenía pecado en su vida que la ley señalaba constantemente, pero una vez que el Mesías perdonó el pecado, el predicador recibió la gracia y entonces pudo predicar en la iglesia, el evangelio de salvación.

En la iglesia, el predicador habla de las buenas nuevas del evangelio que el pecador recibió al recibir la gracia de la salvación porque trajo ante el Mesías el pecado que la ley le señalaba.

Por el pecado, que es la transgresión de la ley, debemos morir, esa es la razón por la cual el Mesías tuvo que bajar del cielo, para poder rescatarnos de la muerte que la ley exige.  Y así nos a regalado la gracia por la cual somos salvos. Al recibir la gracia, el Mesías nos ha dado el evangelio que habla de su gracia redentora, la que elimina nuestros pecados por la sangre del Mesías derramada en la cruz, y así el predicador puede predicar el evangelio de salvación en la iglesia y todo el mundo para testimonio de todas las naciones.

La ley fue abolida en la cruz dicen muchos Según Colosenses 2:14, y desde entonces ya no es necesario guardar o obedecer la ley que, de paso, significa lo mismo.

Entonces, quitemos la ley de en medio. Solo nos quedan, El Mesías, El Pecado, La Gracia, El Evangelio, El Predicador y La Iglesia.

Ahora tenemos un grave problema, pues el pecado, ya no es pecado, pues no hay una ley que diga que el pecado es pecado.

Por consiguiente, puesto que no hay ley, tampoco hay pecado, y como no existe el pecado, no hay necesidad de un Redentor, de modo que no es necesario que venga el Mesías, y como el Mesías no vino, pues no hay pecado para perdonar porque no hay ley, entonces la gracia tampoco fue necesaria,

por consiguiente puesto que no hay ley tampoco hay pecado, y como no existe el pecado no hay necesidad de un redentor, de modo que no es necesario que venga el Mesías y como el Mesías no vino, pues no hay pecado para perdonar porque no hay ley, entonces la gracia tampoco fue necesaria, porque no hay pecado, de modo que el evangelio tampoco existe, pues el evangelio hablaría de la gracia que no existe pues no hay pecado, y el predicador no es necesario pues no hay nada que predicar, pues no hay evangelio, porque no hay gracia porque el pecado no existe pues no hay ley que señale nuestras faltas.  De modo que tampoco es necesario tener iglesias pues, sería en vano, porque no existe el predicador, pues no hay evangelio para predicar porque la gracia nunca existió, porque el Mesías no fue necesario que viniera, pues no hay ley que pue da señalar la condición miserable en la que me encuentro.

Sin ley, no existe la gracia que es el antídoto para el virus del pecado.

Como   podemos ver, si quitamos la ley de en medio, no hay esperanza para el ser humano y todo el plan de salvación se desmorona, Si no hay ley no hay salvación.

No olvidemos que los diez mandamientos son el carácter de Cristo, y al eliminarlos de nuestra vida, también eliminamos a Cristo de nuestro medio.

Alabado sea el nombre de Jehová por su Santa ley;

Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y rectitud. Salmos 111:7-8

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:7-9

Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.  Juan 14:6

El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, en es

e verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan 2:4-6

Pues este es el amor a Dios: que guardemos

sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos, 4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:3-4

Y por ultimo, Juan 14:15 Jesus te dice- Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Que este mensaje sea de salvación para ti

Joel Medina te saluda, preparando a las familias que formarán el pueblo que verá a Dios con Fe y Esperanza.

Tags:

Comments are closed