Por mucho tiempo se ha anunciado el tiempo del fin, pero hoy estamos mirando más de cerca los acontecimientos y señales que nos llevaran a la culminación del tiempo en este mundo.
Nunca debemos olvidar o sacar de nuestras mentes que para el final de este mundo habrá solamente dos grupos, el grupo que se salvará y el grupo que se perderá y será destruido, no hay ningun grupo intermedio o con tratos especiales solamente porque si, la Biblia enseña que en el tiempo del fin se identifican solo dos grupos.
En Apocalipsis 12:17 se establecen dos caracteristicas de el grupo que es llamado un resto, o como lo identificamos El Remanente, este remanente es lo que quedó de la iglesia primitiva establecida por Cristo, Satanás trató de destruirla pero Dios siempre protege a su verdad y su pueblo. Este remanente guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesucristo.
Los que guardan los mandamientos de Dios, es aquel pueblo que mantiene la ley de Dios en alto y guarda las palabras escritas en la palabra de Dios que hoy conocemos como la Biblia.
Tabién tiene el testimonio de Jesucristo, es to lo que se establece
como el Espíritu de profecía en Apocalipsis 19:10. Lo importante de esta caracteristica es que el remanente debe tener el Espríiritu de Profecía en si. Examinenos hoy nuestra iglesia y nuestros miembros, quienes deben cuidar especificamente estas dos caracteristicas y no olvidar nunca que el Espíritu Santo debe guiar a su pueblo y el Espíritu de Profecía es la forma como Dios guiará a un pueblo que le adora de todo corazón.
La entrega y salvación son personales pero uni
dos todos los miembros fieles, componemos el remante de Dios, el remanente de Jehová de los ejercitos. Si cada uno de nosotros hacemos nuestra parte de entre fiel y verdadera a Jesús, el remanente se purificará y asi estaremos en el grupo de los salvados, el grupo que sera sellado en sus frentes cuando llegue el momento de sellamiento.
Dios te bendiga ricamente y recuerda que solo tu puedes hacer la diferencia al practicar lo aprendido en la palabra de Dios.
Joel Medina
FE Y ESPERANZA
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