LA LEY DE DIOS LA ENCONTRAMOS EN ÉXODO 20
El verdadero pueblo de Dios para nuestros tiempos es Israel espiritual, es decir, todo fiel cristiano.
Romanos 9:6-8 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
En Cristo Jesús somos descendientes de Abraham y herederos de la promesa al ser parte del verdadero pueblo de Dios.
Gálatas 3:16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
El pueblo de Dios tiene un privilegio especial en Jehová nuestro Dios, que responde nuestras oraciones.
Deuteronomio 4:7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
El pueblo de Dios es afortunado de tener y guardar la ley de Dios.
Deuteronomio 4:8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
Dios mismo nos ordena a no quitarle, ni agregarle a sus mandamientos, para poder entrar a la nueva Jerusalén.
Deuteronomio 4:1-2 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. 2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.
Deuteronomio 12:32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Si las tradiciones han aumentado o quitado de, lo que verdaderamente se debe guardar y seguimos u obedecemos esas tradiciones, hemos desobedecido a Dios.
Mateo 15:1-9 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: 2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.
3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? 4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. 7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. 9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
LA LEY ES EL REFLEJO DE DIOS
Atributos de Dios
1.- Dios es Santo: Levítico 11:44
2.- Dios es Justo: Salmos 145:17
3.- Dios es Bueno: Lucas 18:19
4.- Es Dios de Verdad: Salmos 31:5
5.- Dios es perfecto: Mateo 5:48
6.- Dios es Espíritu: Juan 4:24
7.- Dios es Eterno: Isaías 40:28
8.- Dios no cambia: Santiago 1:17
9.- Dios es Amor: 1ra Juan 4:8
Atributos de su Ley
1.- La Ley es santa: Romanos 7:12
2.- La Ley es justa: Romanos 7:12
3.- La Ley es buena: Romanos 7:12
4.- La Ley es verdad: Salmos 119:142
5.- La Ley es perfecta: Salmos 19:7
6.- La Ley es espiritual: Romanos 7:14
7.- La Ley es eterna: Salmos 111:7,8
8.- La Ley no cambia: Mateo 5:17,18
9.- La Ley es amor: Romanos 13:10
Los 10 mandamientos de Dios es: La Ley Moral.
1.- Fue hablada por Dios a su pueblo.
Deuteronomio 4:12; 5:22; Éxodo 20:1
2.- Fue escrita por Dios.
Exodo 31:18 ;32:16; Deuteronomio10:1-5; Deuteronomio 5: 22; Deuteronomio9: 10
3.- Fue escrita en dos tablas de piedras.
Exodo 31:18; Deuteronomio 5:22; Exodo 32:16; Deuteronomio 9: 10
4.- Define o señala el pecado.
1 Juan 3:4; Romanos 7:7; Romanos 3:20; Romanos 4:15
SI OBEDECIERAMOS SUS MANDAMIENTOS… TENDRÍAMOS SUS BENDICIONES
¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Isaías 48:18
LA LEY DEL PECADO
La ley del pecado proviene de Satanás, pues es quien pone tropiezo delante de nosotros; pero Cristo vino a salvarnos de lo que es contra la naturaleza de Dios. Y ahora en Cristo, guardamos la santa ley de Dios.
Romanos 7:22-25 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Los que no andan conforme a la carne, es decir, los que no están envueltos en pecados, son los que guardan los mandamientos de Dios.
Romanos 8:1-4 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
La ocupación de la carne es, no querer abandonar nuestra antigua vida en el pecado; pero en Cristo tenemos al Espíritu Santo que nos ayuda a mantenernos alejados de él.
Romanos 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
No sujetarnos a la ley de Dios, es igual a vivir en pecado.
El no guardar la ley de Dios, nos hace enemigos de Dios, y Él no se agrada de los que viven en pecado desobedeciendo su santa ley.
Romanos 8:7-8 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Si no nos apartamos del pecado, ciertamente moriremos.
Romanos 8:13 Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Todos los que seamos guiados por el Espíritu Santo, entraremos en la vida eterna, pues, nos guiará a guardar la ley de Dios para no vivir en pecado.
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Todo el que peca es hijo del diablo.
1 Juan 3:10-11 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
Todo el que peca es porque desobedece la ley de Dios y sus obras malas son pecado.
1 Juan 3:12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
El sexto mandamiento es: NO MATARAS.
Éxodo 20:13 No matarás.
Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
La paga del pecado que produce las malas obras en nosotros nos lleva a muerte eterna.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
La ley nos muestra nuestros pecados, para reconocerlos y llevarlos a Cristo para recibir perdón.
Romanos 3:20 Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
El séptimo mandamiento es: NO CODICIARÁS.
Éxodo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Sin la ley el pecado no existe, está muerto.
Romanos 7:8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
La ley resalta el pecado en nosotros y sus consecuencias, para que al ver nuestra condición; vayamos a Cristo quién es el único que nos puede salvar.
Romanos 7:12-14 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Nuestra lucha diaria es en contra del pecado, y así reconocemos que la santa ley de Dios es buena.
Romanos 7:15-18 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
La maldad, es decir, el pecado que existe en nosotros; que es contrario a la ley de Dios, nos lleva a desobedecer los mandamientos de Dios.
Romanos 7:19-22 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Es nuestra elección guardar o desobedecer la ley de Dios, dicho de otra forma, es nuestra decisión tener bendición o maldición en nuestras vidas y familias.
Deuteronomio 11:26-28 He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
NOTA: LA MALDICIÓN, de la ley, es la muerte eterna. LA BENDICIÓN al guardarla, es vida eterna.
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